Ayer 1 de abril mientras miles, millones de nosotros, atendíamos los pequeños detalles de nuestra vida cotidiana, llamadas por teléfono, pagos, el tráfico...Rolando Santis dejaba de existir, su muerte, absurda, como la de otros centenares de guatemaltecos y guatemaltecas que han caído victimas de la violencia, ocurrío a manos de dos sicarios, quienes le interceptaron a él y a su camarógrafo Juan Antonio de León Villatoro y les acestaron varios tiros; Don Rolando falleció de inmediato, las mùltiples heridas de bala, la mayorìa de ellas en el cráneo, terminarón de golpe con sus planes, con su aporte a la sociedad, con el corazón de su familia.
Quizà para mucho el nombre, el rostro de Rolando Santis, no signifique mucho, es probable que muchos de ustedes no sepan quién era, que talvéz nunca vieron sus notas en Telecentro Trece, pero él como otros tantos periodistas, especialmente los que cubren nota roja, se rifaba el pellejo a diario, a él le tocaba cubrir las notas de ùltima hora: balaceras, atracos, camionetazos...la tragedía que se ha vuelto tan cotidiana en este nuestro paìs...en esta tierra en la que todo pareciera estar de cabeza, en dònde el miedo nos ha quitado el derecho a movernos tranquilamente por la calle, y nos mantiene encerrados bajo candado en nuestras casas.
Justo ayer intentaba comunicarme con una buena amiga mía, periodista también, que fue secuestrada por un individuo en un taxi blanco, ella, madre de un niño pequeño se lanzó del auto en movimiento, y a pesar de los golpes pudo volver a su casa, a los suyos.
Don Rolando Santis no tuvo esa oportunidad, no pudo decirle adíos a los suyos, no pudo nisiquiera terminar su jornada de trabajo.
Salvador Gandara, Ministro de Gobernación, convocó a una rueda de prensa y su único argumento, su única explicación (con un agrío sabor a excusa) fue que el asesinato de Santis no era más que una maniobra del crimen organizado para enfrentar al gobierno con la prensa...Brillante Sr. Gandara espero que no se le hayan muerto millones de neuronas mientras llegaba a esa conclusión.
Ahora puede Sr. Gandara explicarme, sí, a mí, porque pago mis impuestos y con ellos su sueldo, puede ud. explicarme qué medidas de hecho tomarán para resolver este asesinato, puede explicarselo a Guatemala, a la familia de Rolando Santis, porque con la mera explicación del porqué de este hecho no nos basta.
Es momento que como pueblo, como comunidad, como seres humanos, como ciudadanos, exijamos que se haga justicia en Guatemala, justicia para Rolando Santis, para Anthony Josue, para los choferes de los buses, y para esos miles que han muerto a causa de la delincuencia, porque son mucho más que números, màs que estadísticas.
Me pronunció en contra de la impunidad, en contra de la ineptitud de nuestras autoridades, en contra de su descaro, de su "no dejemos que el miedo nos domine" mientras ellos circulan con escolta y en vehiculos blindados.
Medios de comunicación, sociedad civil...unamonos todos y exijamos que se cumplan las leyes, exijamos que las autoridades hagan su trabajo.
jueves, 2 de abril de 2009
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